La jornada comienza con un paseo por las orillas del Adour y en medio de los pólderes de Aquitania que son los barthes, ideales para la observación de aves. Desde Guiche, un afluente del río, el Bidouze, es la guía para esta travesía de las estribaciones pirenaicas. Los puertos de Guiche, Bidache o Came guardan el recuerdo del comercio fluvial de antaño, mientras que los bucólicos caminos de sirga dibujan sus curvas en simbiosis con los meandros de la Bidouze. Casi a mitad de camino, se puede hacer una parada patrimonial en Bidache, y luego el itinerario se reanudará en las alturas de Came, en dirección a Béarn. Castillos y torres de vigilancia saludan la entrada al territorio de Gaston Fébus y una providencial vía verde le permitirá atravesar el valle del Gave d'Oloron, llegando fácilmente a la ciudad termal de Salies-de-Béarn, la ciudad de la Sal y sus pepitas arquitectónicas.
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