Peyrières, le circuit du Diabla

A lo largo de su historia, el pueblo de Peyrières pasó por las manos de varias grandes familias locales. En 1266, pertenecía a Lord Guiscard, marido de Guillemine de Beauville, hija del famoso Nompar de Caumont. En el siglo XVI, el señorío pasó a manos de Imbert de Montesquiou, pero el matrimonio de su hija con François de Gironde transfirió la propiedad. Vendido a Charles de Dijon, Peyrières fue entonces adscrito a Seyches. El municipio cuenta con un rico patrimonio construido. Muchas casas, así como la torre de la iglesia, están construidas en hermosa piedra de toba. Este circuito ofrece zonas de sombra al atravesar el bosque y vistas variadas de las laderas circundantes. Durante el periodo de apertura, se puede disfrutar de una vista desde la torre de la iglesia, donde se ha instalado una mesa de orientación para que los usuarios puedan identificar los elementos del panorama.