Circuit à vélo de Rochechouart au site de Peyrassoulat

Sur les bords de la Tardoire, au lieu-dit de Peyrassoulat, se cachent des trésors. Le site de Peyrassoulat est classé Zone naturelle d'intérêt écologique, faunistique et floristique, grâce à 3 platanes hybrides d'Occident, un platane d'Orient, et 4 ifs dont les branches forment une voûte végétale remarquable. Un des platanes est classé, avec 40 m d'envergure et 6 m de circonférence.

En la encrucijada del bosque de Rochechouart, el roble de Bramefan se alza majestuoso con sus 4,60 metros de circunferencia. Debe su nombre a los ciervos que bramaban "hambre" en el bosque de Rochechouart. Un árbol extraordinario que merece la pena

La fuente del río Charente se sitúa en Chéronnac, de ahí el antiguo nombre de este pueblo: Carentenago La iglesia está construida en el lugar de una capilla, a su vez levantada sobre una mota de la época feudal. Esta iglesia estuvo fortificada hasta el periodo de rebelión conocido como «La Fronda» (La Fronde). No se pierda: el portal y su cerradura del siglo XIII, así como una cenefa funeraria pintada en el siglo XVIII con el escudo de armas de Rousiers. Si pasa por el pueblo de Montoume, quedará sorprendido por el color de las piedras utilizadas en las viviendas, ya que es un color inusual en la región: el rojo. De hecho, esta roca es una impactica que se formó al momento de la caída de un meteorito hace aproximadamente 200 millones de años. Situado a orillas del Tardoire, el sitio de Peyrassoulat tiene una flora excepcional: dos enormes plátanos de sombra extienden sus ramas sobre unos cuarenta metros de amplitud. Estos árboles tienen aproximadamente 250 años. Cuatro tejos presentan también una envergadura excepcional. Más de 500 años les fueron necesarios para alcanzar esa talla. Dos circuitos de senderismo sobre la comuna y un área de pícnic le permitirán pasar agradables momentos.

Vayres vivió ocupaciones desde la prehistoria (Puybosse, Merlis), luego durante el periodo galorromano (Chalat) y más tarde en el periodo feudal (mota de Merlis). La iglesia de Saint-Jean Juan fue reconstruida a finales del siglo XIX, sustituyendo a las iglesias de Saint-Georges y Saint-Pierre en el cruce de vías de paso. ¡Siga las numerosas rutas de senderismo para descubrir el pueblo de Vayres de una manera original! A la vuelta de un camino de servicio, ahondado por el uso, la flora y la fauna no tendrán más secretos para usted gracias a numerosos puntos de observación, que servirán además para admirar el patrimonio del lugar: un «clédier» (antiguo espacio para secar frutos) en La Treille, el lavadero en el pueblo y las numerosas fuentes (Bonnefont, en Béjard) Si le gustan las flores, particularmente las rosas, no dude en seguir el sendero de interpretación sobre las rosáceas que atraviesa pueblos cercanos, ¡y donde todas las especies son diferentes las unas de otras! En temporada de afluencia turística, aproveche los talleres de la jabonería F’Anes de Carottes, para fabricar jabones de leche de burra bajo los consejos de Solenn. Para quienes deseen quedarse unos días, un área de aparcamiento para autocaravanas (casas rodantes) está a disposición en el estacionamiento de la explanada ferial (champ de foire).

Rochechouart ha guardado las huellas de la caída de un meteorito gigante hace unos 200 millones de años. La Casa de la Reserva se esfuerza en proteger estas rocas especiales, de un gran interés geológico, y que encontramos en numerosas construcciones. Pero el nombre de la ciudad está principalmente ligado a la familia de los Vizcondes de Rochechouart, que reinaron durante más de 800 años. Los Vizcondes guardaban lazos con el castillo construido a partir del siglo XIII sobre un promontorio rocoso. El castillo guarda su aspecto del siglo XV y alberga, desde 1985, el Museo Departamental de Arte contemporáneo. El pintoresco y antiguamente fortificado casco viejo de Rochechouart posee un patrimonio arquitectónico excepcional: un castillo medieval, una iglesia y su torre retorcida; pero también todas las viviendas construidas en «impactitas», que forman parte de la historia de esta comuna: la Casa de los Cónsules (siglo XV), la calle Dorada, el Barrio de los Rezos, la Grand'Rue. La iglesia Saint-Sauveur En el siglo IX, la Abadía de Charroux creó un priorato en el sitio de la actual iglesia. Consagrada en 1060 o 1067, la iglesia Saint-Sauveur es un testigo excepcional para el estudio del arte románico del siglo XI, en toda su pureza y austeridad. Numerosas veces restaurada, son del siglo XI el muro norte de la nave, el muro oeste de la capilla norte, así como la puerta de entrada con sus dos gruesas columnas cilíndricas de capiteles arcaicos. En el siglo XIII la iglesia registró importantes transformaciones en el coro y en la fachada sur, con la construcción de un portal de tipo lemosino. La aguja de forma helicoidal data de fines del siglo XVIII (1767 - 1774). Las torres de este tipo son raras; muchas personas explican su forma con numerosas leyendas. La Asociación de Clochers tors d’Europe (Asociación de Campanarios Retorcidos de Europa) levanta un censo de este tipo de construcciones. Después de numerosos estudios, parece ser que la aguja de Rochechouart está compuesta de soportes horizontales superpuestos. Cada uno de ellos se desplaza unos 15 grados de izquierda a derecha. La base es octagonal y la torción se establece sobre una octava de vuelta (45 grados). La Oficina de Turismo le propone descubrir la ciudad en compañía de un guía durante las vacaciones escolares, o partir «al ataque» del castillo en disfraces los miércoles por la mañana. Las actividades recreativas al aire libre son numerosas: siga las rutas de senderismo para descubrir el patrimonio construido en impactita, o instale sus cañas de pescar en el estanque de Boischenu. Venga también a vibrar al son de los conciertos del Laberinto de la voz (Labyrinthe de la Voix), organizados durante el verano en el patio del castillo.