Este circuito va al encuentro de los tesoros del pasado, en las alturas descubiertas que dominan Pont de l’Arn. El camino empedrado nos lleva primero hasta el molino bonito de Castagné, en un lugar plantado de castaños .El salto de agua se oye al fin de la reguera alimentada por el arroyuelo de Issalès. Durante siglos, las aguas de la montaña accionaron ruedas de molinos, como aquì, pero tambien otras màquinas como sierras, batanes, o martinetes. Mas arriba se descubre el embalse « Pas des bêtes », en un ambiente forestal perfumado. El camino se empina hasta alcanzar lugares hùmedos mas llanos donde nace el arroyo Doul. Estas dehesas turbosas son verdaderos archivos naturales : los polenes conservados en la turba permiten reconstituir los climas de hace miles de años ! Este viaje en el pasado se termina con un encuentro emocionante : dos imponentes estatuas menhires se perfilan en la orilla del camino, testigos silenciosos de una civilizaciòn del neolìtico, hace 5000 años.