Explore las calles medievales antes de subir a las empinadas laderas desde las que podrá ver el valle del Gers, la llanura del Garona y quizás los Pirineos.
Este pueblo con un rico patrimonio fue una importante ciudad medieval, gracias sobre todo a su transporte fluvial por el Gers y el Garona. Como primera puerta de entrada a Gascuña, su historia estuvo marcada por la llegada de ilustres invitados. El Papa Urbano II lo visitó en mayo de 1096 y consagró el corazón de la iglesia de San Martín, hoy en día un edificio protegido. El arzobispo Bertrand de Goth, futuro Papa Clemente V, se alojó aquí en el siglo XIV. Juana de Albret, reina de Navarra, se detuvo aquí el 15 de enero de 1572 cuando se dirigía a París para la boda de su hijo, el rey Enrique IV de Francia; éste, a su vez, llegó aquí el 16 de agosto de 1576, en una época en la que Layracaise era un baluarte del protestantismo en el
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