Esta edificación, construida en 1552 en la antigua plaza mayor de la localidad, es obra de Jérôme De Carné, conde de Cohignac y creador de las ferias de Questembert. La restauró en 1675 Estienne Charpentier, un empresario local con un apellido que parecía predestinarlo, ya que en francés significa «carpintero». Se trata de una lonja diseñada para albergar, delimitar y reglamentar una zona de intercambios comerciales. El mercado es el lugar preferente para el trato vecinal, donde se intercambian las mercancías. Antiguamente, pañeros, cordeleros y zapateros se daban cita allí para comercializar sus géneros, que constituían el grueso de la actividad de las ferias antiguas. El artesanado tradicional (la tela, la lana, los paños finos y el cuero) ocupaba un lugar importante en Questembert, y los artesanos de un mismo oficio residían en el mismo barrio, e incluso en la misma calle, lo que facilitaba las relaciones profesionales. Así lo atestiguan los nombres de las calles, que son de oficios (por ejemplo, Rue de la laine o Rue de la tannerie, que serían el equivalente de nuestras calles «de laneros» o «de curtidores»).
Este espacio, restaurado en 1997, nunca se ha utilizado tanto como en la actualidad. Los lunes por la mañana da cabida a un gran mercado, y los miércoles por la tarde, a un mercado de productos de la tierra. También alberga ferias de antigüedades, conciertos y otros acontecimientos culturales. Se clasificó como Monumento Histórico en 1922. En la Bretaña «histórica» sólo subsisten cuatro mercados con techos de madera: los de Questembert y Le Faouët en el departamento francés de Morbihan, el de Plouescat en el de Finistère, y el de Clisson en el de Loira Atlántico.
Ahora, diríjase a la Place de la Libération, y desde allí a la Place Gombaud.
Al otro lado de la rotonda, verá la estela de Alano el Grande (Alain le Grand).