Según la leyenda, Saint-Hilaire pasó por Availles para visitar a sus padres. Cansado, se detuvo cerca de la iglesia, donde levantó una gran piedra de debajo de la cual brotó un manantial que nunca se ha secado desde entonces. La modesta iglesia parroquial, cuyo curato dependía de Saint-Jouin-de-Marnes, se menciona ya en el siglo XII. Los restos de este periodo son mínimos.
Iglesia
No catalogado