
Dionisio Sánchez Aguilera fue el promotor, y también diseñador, de este edificio comenzado a construir en el año 1779 para dar solución a la necesidad de cuidados asistenciales existentes en la ciudad en ese momento de gran crecimiento poblacional.
La financiación de la obra corrió a cargo de la Congregación del Santo Hospital de Caridad, institución fundada por el propio Sánchez Aguilera, que fue la encargada de canalizar el amplio número de donaciones obtenidas, tanto de particulares como de la Corona, para la construcción del recinto.
El edificio se ubicó en una zona entre el perímetro amurallado y el barrio de la Magdalena, y sigue un diseño de planta cuadrada con un patio central alrededor del que se vertebran los espacios interiores. El complejo hospitalario se complementa con una capilla construida en el flanco sur del mismo. El Hospital de Caridad estaba en funcionamiento en 1786 y mantuvo su uso hasta el año 1974 cuando fue trasladado a la actual localización en el barrio de Caranza.
Hoy en día el viejo hospital y la capilla son sede del Centro Torrente Ballester, un espacio cultural multidisciplinar de gestión municipal y especialmente enfocado a las nuevas tendencias artísticas.