No construido antes de 1930, se levantó desde cero gracias a una donación de Marruecos. Aquí, los edificios adoptan la forma de pabellones suburbanos rodeados de jardines privados, inspirados en los construidos en el norte de África en aquella época, con perron, loggia, grandes ventanales... y el ladrillo queda relegado a elementos decorativos.
Se aprecia un importante trabajo en la herrería (balaustradas, verjas...)