El periodo de suerte del transporte fluvial en Auvergne es indisociable de los de la viticultura y de la explotación minera. Hasta la llegada del ferrocarril a mediados del siglo 19, las balsas estaban fabricadas en Jumeaux con la madura de los pinos de Margeride y del Livradois, de ahí su nombre de “abetal” (sapinière en francés). Luego navegaban a lo largo del Allier para un viaje hasta Paris donde transportaban carbón, vino, frutas etc. En Jumeaux, fue un tiempo en lo cual las obras de construcción se extendían al borde del Allier por más de un kilometro, y en 1795, empleaban unos 260 obreros carpinteros, repartidos en 80 talleres (no se quedan ningunos vestigios hoy). Entre Jumeaux y Coudes se escalonaban en el Allier una decena de “puertos” donde las mercancías estaban embarcadas a lo largo del viaje. A lo largo del río, varios elementos evocan discretamente esta página pasada de la navegación en el Allier: antiguas rampas o muelles en Brassaget y Coudes, o también bodegas para el almacenaje (antiguo puerto de Perthus en Orbeil).