Situado al pie de un acantilado bordeando una meseta basáltica que domeña la Couze Pavin, el pueblo de Pardines sufre un verdadero cataclismo. En 1733, después de lluvias torrenciales, un montón de peñascos se derrumbaron por 24 horas, y unos 60 edificios fueron destruidos. Esta catástrofe natural fue relacionada a un castigo divino. La población de este pueblo data de los siglos 3 y 4, con la presencia de una necrópolis en el lugar llamado La Maison Blanche. El propietario de este dominio descubrió en 1928 esqueletos y floreros de tierra. Hasta 1935, descubrió 210 tumbas, floreros del siglo 3, objetos de bronce y monedas de los siglos 2 y 4. Este pueblo fue fortificado al siglo 15 por Austremoine Bohier. Descubriréis antiguas cortinas y torres circulares que están integradas en las casas.