El 6,7% anuncia a lo largo de unos 6,9 km el trabajo más fácil. Pero los números aquí no reflejan la realidad y algunas pendientes son tan severas como inesperadas. Salir del pueblo marca la pauta en un camino bucólico y bien sombreado. Tras el primer kilómetro de subida, una sorprendente rampa del 12%, tan corta como intensa, nos vuelve a poner en nuestro sitio. Una vez abandonadas las orillas del Arricq, un oportuno retorno a la calma permite agarrar las últimas curvas cerradas en las mejores condiciones, bordeando el 14% en algunos lugares. Suave llegada al puerto de Hurataté, altitud 1009 m.