Húmedo y luminoso a la vez, el bosque que esconde este valle es especialmente exuberante. Alberga en su seno una gran diversidad de plantas, diseminadas a lo largo del bosque en función de la necesidad de luz que tiene cada una de ellas. Resulta sorprendente ver como los helechos consiguen incluso crecer en el musgo que coloniza los troncos de los robles, a veces hasta 20 metros por encima del suelo.