A partir del siglo XVIII, el bosque sufrió importantes cambios como consecuencia de la producción de carbón vegetal para la industria. En total, más de 50 obreros trabajaron produciendo carbón y contaron con la ayuda de unas quince mulas para su transporte. También se desarrollaron otro tipo actividades artesanales que desaparecieron hacia 1930: fabricación de zuecos y bolos, aros de criba, tejas, etc. Desde los años 20 hasta 1950 se utilizaron cables para explotar estos bosques. A partir de los años sesenta, se desarrolló la red de carreteras que dio servicio principalmente a la vertiente norte, menos pedregosa.