En las laderas del monte Errebi es fácil ver pottokas: esta raza local de caballo o poni ha habitado casi sin cambios, desde el Paleolítico hasta la actualidad, los territorios montañosos del País Vasco donde sigue viviendo en libertad. Durante siglos fue utilizado por los lugareños para ayudar en las labores del caserío o incluso en las minas, debido a su pequeño tamaño y su docilidad.