En este lugar encontrará un pequeño humedal en el que tiene su hábitat natural una pequeña planta carnívora: la grasilla o tiraña (Pinguicula vulgaris). Captura sus presas (insectos muy pequeños) con una sustancia pegajosa que tiene en la superficie de sus hojas. Los insectos son descompuestos y digeridos, lo que permite a la grasilla recuperar el nitrógeno, un nutriente que no está disponible en cantidades suficientes en su hábitat natural.