Las landas compuestas de tojos y brezales son una etapa insoslayable de la evolución hacia un entorno forestal. En el País Vasco, estos entornos naturales abrigan en su seno al menos seis especies distintas de brezos, entre las que destaca la Daboecie cantabrique que en Francia se encuentra tan solo en el sur-oeste del territorio. Evidentemente, la fauna de este hábitat también tienen sus propias particularidades.