Es aquí donde el tren de cremallera del Larrun, inaugurado en 1924, comienza a recorrer los 4,2 kilómetros que van desde el puerto hasta la cumbre. Los materiales utilizados para la construcción de este tren de época son el abeto de los Pirineos para el techo, el pino de las Landas para el suelo y el castaño de Ariège para los revestimientos.