Desde este collado, ancestral punto de paso pastoral, es posible subir a la cúpula de la derecha (15 minutos ida y vuelta). En su cima, se encuentran los restos de una imponente capilla (de 20 metros de longitud) que en su día sirvió de refugio a un eremita (siglo XVIII). Posteriormente, este lugar acogió también una fortificación napoleónica.