Situada sobre una colina idílica, la capilla de Arantza (en castellano significa espino) tiene su origen en una aparición que tuvo lugar cerca de su ubicación actual. Se cuenta que la Virgen María se le apareció a un joven pastor en este mismo lugar y que lo hizo en un arbusto de espino. La capilla está acompañada de imponentes cruces y típicas estelas de piedra vascas.