Durante su ascenso, es posible que vea algunas cabras y cabritos semisalvajes vagando por la montaña. Los animales han ocupado un lugar importante en la mitología vasca, y en particular, los lugares que estos últimos frecuentan. Sin ir más lejos, “akelarre” significa "el brezal de la cabra", y es el lugar en el que las brujas celebraban sus ritos. Veneraban a Akerbeltz, "la cabra negra", asociada al culto de Satanás, para obtener poder y riqueza.