El auge de Lourdes está vinculado a los trenes de peregrinos.
El 9 de marzo de 1866 se inauguró la estación y la primera locomotora de vapor llegó a Lourdes el 27 de Marzo. En 1887, la estación definitiva está acabada con su estructura metálica y sus andenes de 92 metros.
A los Cincuenta años de las Apariciones, 300 000 peregrinos llegan a Lourdes por el tren, premisas de la llegada en el siglo XX de innumerables muchedumbres.