La Basílica de la Inmaculada Concepción

Inaugurada en 1871, se construyó encima de la cripta y de la primera capilla edificada tras las apariciones en 1866. De estilo ogival (el primer estilo gótico francés), esta basílica destaca por sus vidrieras que reconstruyen la historia del Ayuntamiento.
Al entrar, descubrimos dos niveles de vidrieras: - las ventanas altas cuentan la historia del misterio de la Inmaculada Concepción, del paraíso terrestre al mensaje de la cueva de Massabielle, situada justo debajo de esta basílica.
– las capillas laterales cuentan la historia de las apariciones de Lourdes hasta la consagración de la basílica.
Algunas vidrieras del registro superior le llamarán la atención: entrando a la izquierda, la segunda vidriera representa el Arca de Noé. Como el Arca, la Virgen María se elevó por encima de los torrentes del pecado y llevó en su seno al Salvador.
Avanzando hacia el coro, descubrirá tres vidrieras de excepción: - en el centro, la apoteosis de la Inmaculada Concepción en 1858 en Lourdes. Observe su rostro que es la de una niña de 14 años, como la describió Bernardita.
– a la izquierda, asistirá al encuentro de Santa Ana y de San Joaquín (padres de María):
la Virgen está tumbada, con la cabeza aureolada con 12 estrellas, el símbolo de su Inmaculada Concepción.
– a la derecha, la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 1854. Por último, mire a su derecha la doble vidriera en la que Luis XIII consagra Francia a la Virgen María, el 15 de agosto de 1637, día de la Asunción.
Saliendo de la basílica, tome la rampa de la izquierda para admirar la vista de la cueva y del Gave, antes de bajar por la escalera central hacia la segunda basílica.