En el pasado, en Linxe como en otros lugares, muchas familias poseían uno o más cerdos. El cerdo, un recurso importante, es también un animal frágil que requiere cuidados, sobre todo unos meses después del destete. Los consorcios de cerdos (aunque también había consorcios de vacas) permitían poner en común los recursos financieros para hacer frente a estos gastos. Cada miembro contribuyó en función del número de cerdos declarados, los gastos veterinarios y las pérdidas, que se reembolsaron a los propietarios. Algunos astutos se aprovecharon de esto declarando sólo uno o dos cerdos. Los representantes de esta especie a menudo se parecían entre sí, por lo que si uno de sus cerdos moría, ¡por supuesto era ese! Para evitar este abuso, los cerdos afectados fueron marcados con la letra "L" de Linxe.