Al caminar por los senderos, es posible que te encuentres con estos pinos de formas extrañas, doblados por un peso invisible y que llevan una carga terrible. El viento, cargado de espuma de mar, es el culpable de estas deformaciones. Estos pinos deben haber estado sometidos a la furia de las ráfagas de viento del mar abierto durante años. Algunos dirán que es algo bueno: estas formas improbables les permiten a menudo resistir las tormentas más duras.