Fruto de la unión de tres pueblos, Boô-Silhen seduce por su patrimonio natural y cultural. Desde la Vía Verde, hará primero una encantadora parada en el estanque de Boô donde podrá disfrutar de un picnic en un marco bucólico. Luego, tras pasar Silhen, no se pierda la subida al Buala (591 m) desde donde tendrá una bonita vista a los valles de Argelès-Gazost y de Azun. Por último, seguro que le seducirán las armoniosas líneas de las iglesias románicas de Boô (siglo XII) y del Silhen (siglo XI), reconocidas monumentos históricos.