Este pueblo, en el que puede divisar la imponente abadía fundada en el siglo XII, es una de las joyas del valle. En la iglesia, podrá contemplar un órgano del renacimiento que data de 1557, indudablemente uno de los más antiguos de Francia. También descubrirá un apasionante museo de arte sacro y su Tesoro de más de 300 piezas. Pero Saint-Savin, también tiene un ambiente único con sus casas de los siglos XVI y XVII, su gran plaza donde reina una fuente «Wallace», sus magníficas vistas a las montañas y a la capilla de Piétat.