Capilla de Notre-Dame des Voirons

Encaramada en la cumbre, entre cielo y tierra, esta capilla gótica reúne todos los elementos que crean un lugar perfecto para la contemplación.
La capilla Notre Dame des Voirons se construyó en el siglo XV y se encuentra adosada a una roca que se alza por encima de ella, desde la que brota un pequeño curso de agua. Aquí se reúnen todos los elementos para hacer de esta capilla gótica un lugar de contemplación.
Situada a 10 minutos a pie del monasterio, se puede acceder a la vieja capilla de Notre Dame des Voirons para observar su interior, recientemente restaurando, desde un pequeño camino forestal. Solo por esta capilla vale la pena darse el paseo. No se trata de su decoración, pues esta es de una sobriedad rústica ejemplar, ni tampoco por su frecuentación, ya que los visitantes que llegan son bastante escasos, sino más bien porque, al contrario de otros edificios eclesiásticos, esta capilla posee un alma propia.
Sin adornos ni pinturas, simplemente ornada con una estatua de Nuestra Señora (la virgen negra, evidentemente), con un altar de piedra casi en bruto y de un mobiliario reducido, estos escasos 15 metros de largo ofrecen un espacio de serenidad a quien busque el silencio y la paz interiores.