De origen prerromano y medieval, funcionaba como sumidero de los despojos de la antigua Triparía. Esta antigua calle gremial, la de los triperos, utilizaba los despojos de los animales a fin de elaborar sebo para velas y tripa limpia para los embutidos. La calle forma parte de los valores paisajísticos de la ciudad y es testimonio de su ocupación continuada a lo largo de los siglos.