Partiréis en los pasos de “las caras negras” que marcaron la historia de este territorio. En efecto, el carbón, regalo de los ancianos bosques, hizo la riqueza de la cuenca minera. Otras tradiciones locales como la cuchillería o la cría de caracoles están por descubrir en este circuito. Otra actividad minera fue también importante en el territorio: la extracción de la amatista de Auvergne. Esta famosa “piedra de obispo” pertenece a la familia del cuarzo. Descubriréis entonces el filón de Pégut, explotado durante varios siglos por la joyería o la ornamentación.