Evocación de Lourdes en la Edad Media

En Lourdes, los « cagots », población víctima de segregación, tenían su propia capilla San Juan Bautista. El edificio estaba todavía de pié en 1872 y servía de granja al propietario de los Baños de Senjouan.

La torre del Baüs debe su nombre al acantilado que soportaba la parte sur de las fortificaciones de la ciudad. Se encontraba en medio de esta calle, al nivel del Hotel de Rome. Sirvió de cárcel en varias épocas. En 1871, el municipio la destruye para facilitar el cruce de su bóveda por coches de punto y calesas. El barrio del castillo fuerte con sus calles medievales accedía también a esta torre.

La torre del Garnavie (siglo XIII) debe su nombre de origen (torre de Guigne) a su posición que permitía vigilar el pueblo y el castillo en retahíla con el rabillo del ojo. Luego ha tomado el nombre del barrio en el que se encuentra. Esta torre, propiedad del municipio, ha superado la urbanización de la ciudad. Inscrita en el Inventario adicional de los Monumentos Históricos en 1946, fue restaurada en 1994.

Esta torre abierta, situada en el rincón sudeste de la primera fortificación anterior a la línea de defensa, y construida sobre un pequeño acantilado, dominaba la plaza del mercado. La muralla ha sido abierta para dar paso a la callejuela pero sigue siendo presente en la pared del edificio en frente. Está también una pequeña torre rodeada por un pequeño jardín, de la casa de los hospitaleros de Jerusalén.

El castillo fortificado fue construido en la Edad Media sobre una elevación defensiva natural. Debido a sus grandes calidades estratégicas y defensivas, el sitio condal es objeto de numerosos conflictos. Pasa de manos en manos y se beneficia de modificaciones después de la intervención de Vauban. Luego pasará a ser una cárcel del estado bajo el reino de Louis XIV. Fue comprado por el municipio en 1894. En 1921 fue inaugurado el Museo Pirenaico.

La calle del Bourg era la calle principal de la ciudad. Se pueden ver algunas casas nobles de los siglos XVII-XVIII tales como hoteles particulares de los generales Maransin, d’Embarrère y Duprat. La calzada del Bourg era la continuación de la calle del Bourg. Era una vía tratada con cal para endurecer el suelo. En el n°29 de la calle de la Gruta sigue conservado el frontón izquierdo de una casa de entramado.

La iglesia románica fue construida en el siglo XI y albergaba una necrópolis de sarcófagos de piedra del Béout. Fue destruida en 1904-1907, las autoridades juzgándola demasiado pequeña y vieja para acoger a las muchedumbres de Lourdes. Su mobiliario, como algunos elementos de decoración, está conservado en el Museo Pirenaico. En 1991, descubren las fundaciones de una torre cuadrada y un cruce de vías antiguas.

La iglesia parroquial del Sagrado Corazón ha sido construida a partir de 1875 a solicitud del Abate Peyramale. Ha sido inaugurada en 1903 y el campanario ha sido acabado en 1936. En la cripta se encuentra la tumba del Abate Peyramale.

Abajo de la calle Basse se encontraba la torre/puerta de la entrada norte de Lourdes. Se entraba en la ciudad pasando por la pendiente de Enjouan para llegar al puente de Arrieux donde fue edificada esta torre/puerta. Fue destruida en 1804. Arriba del riachuelo del Lapacca sigue existiendo una torre del siglo XIII, último vestigio de un molino condal fortificado.

Se trataba al origen probablemente de una torre/puerta importante porque accedía directamente a la extremidad norte de la “rue du Bourg”, y sobre todo a la rampa para caballos del Castillo Fuerte. Es probable que la entrada de la rampa que sube al castillo poseía su propio sistema de torre/puerta, o de castillete de entrada. En 1810, esta entrada de ciudad fue destruida a solicitud de la familia Dauzat-d’Embarrère.

Los jardines colgantes deben su existencia a la creación de una puerta bastionada instalada después de la visita de Vauban en 1685. Este acceso por el lado del acantilado necesitó la creación de un sendero con aportación de tierra. Las terrazas sostenidas por pequeños muros sirvieron luego de huerto para la guarnición. Después de 1858, las parcelas fueron explotadas por propietarios de posadas y de pensiones de familia.